Primero: el barco era muy bonito y desde él vimos delfines que nos seguían. Parece ser que hay como unos 50 en toda la ría. Saltaban y saltaban detrás del barco. Un guía nos explicó la historia, la vegetación y la fauna de la isla. De regreso para Pobra nos dieron un aperitivo: empanada, embutidos, frutas y bebidas.
Segundo: la isla era una preciosidad. Hicimos un recorrido por ella y encontramos caballos, conejos y muchas gaviotas. Está prohibido molestar a los animales. Hay un pazo -con su capilla- que era del señor que, antiguamente, era el dueño de toda isla. En la otra parte, se conservan restos de las casas de gente que trabajaba para él. Actualmente la isla está deshabitada. Sólo queda el farero que se ocupa de la isla y atiende el faro. Delante del hay una pequeña playita encantadora y con un agua preciosa.
Os recomiendo que la visitéis. Os dejo algunas fotos para que disfrutéis.
¿SON "CHULIS", EH?
Lucía
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